La propaganda es un esfuerzo persuasivo que depende del fin que se pretenda: siempre hemos asociado esta palabra históricamente a los nazis porque es el ejemplo más evidente y porque nadie va a admitir que hace propaganda: siempre lo hacen los demás mientras nosotros informamos.
¿Cuál es la frontera entre información y propaganda? ¿qué medios son más efectivos? El experto Juan Martín Quevedo, profesor del Centro Universitario Villanueva, explica a cuv3 algunas claves para diferenciarlas.
Medios de comunicación y propaganda
¿Cómo diferenciar entre información y propaganda? La información es un servicio público donde los periodistas son meros transmisores y no hay un esfuerzo consciente de manipulación. Los funcionalistas sostienen que los medios deben crear una cohesión social, mientras que los neomarxistas defienden que siempre van a transmitir la ideología dominante.
“Cada vez prima más el espectáculo frente a la información”
Todo sistema político defiende una serie de valores que trata de prolongar indefinidamente en el tiempo y en la sociedad: esa es la clave del éxito de la hegemonía, el mantenimiento y continuidad del poder cultural, económico y político. Los Estados necesitan conseguir la adhesión y el apoyo de la población a sus políticas: a través de la prensa y los Medios de Comunicación consiguen manipular a la opinión pública, que participa en el gobierno mediante el sufragio universal, para conseguir sus objetivos.
Cine y propaganda
Hijo de la fotografía instantánea y de las arcaicas proyecciones de la Linterna Mágica, el cine irrumpió como fantasmagoría en la que la ilusión suplantaba a la realidad. las películas son una muestra de la sociedad donde ven reflejadas sus valores y sus temores.
El cine como poder de manipulación y propaganda ha sido usado por diferentes países desde que existió: España, Cuba, la vieja URSS, la Alemania nazi son ejemplos claros de hasta donde llegan los gobiernos para controlar a las masas. Las industrias cinematográficas pasaron a control estatal, se ensalzaban los valores patrióticos y al líder como un ser simpático y sabio, censurando el cine que no convenía.
“Lo último que vende Hollywood son películas de rebelión frente al sistema como la saga Sinsajo”
Las películas con más éxito comercial son las películas de ocio. Aquí el cine no es solo un entretenimiento intelectual, sino un medio para hablar de la política como la entendía Maquiavelo, esto es, como la ciencia del poder.
Partidos políticos y propaganda
Todos los partidos políticos hacen propaganda, otra cosa es que lo reconozcan. La revolución digital ha cambiado la forma de hacer propaganda política. Los mítines ya no son tan efectivos: lo que funciona realmente es la presencia en los Medios de Comunicación. Las nuevas formaciones políticas lo saben bien y por eso tienen una presencia constante en tertulias y programas de debates. El auge de movimientos como Ciudadanos y PODEMOS se puede explicar gracias a este fenómeno.
“Ciudadanos tiene mejor imagen pública mientras que Podemos hace propaganda en la calle”
El control cultural es previo al control político, ya que si persuades a la población de que tus ideas son las correctas, la gente se adherirá a ella sin cuestionárselas. Esa es la clave del éxito en política: convencer de que sólo existe esa alternativa. Por eso existe una gran interés por parte de los gobiernos, democráticos o dictatoriales, en defender una serie de valores desde el poder que llega a la población de forma vertical, anulando toda disidencia y pensamiento crítico. Como dijo Edward Bernays, “somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas en su mayor parte por personas de los que nunca hemos oído hablar”.
Contrapropaganda y redes sociales
Hoy en día las Redes Sociales se han vuelto cada vez más indispensables en la vida del ser humano, consecuencia de que vivimos en un mundo globalizado en el que todo individuo debe estar actualizado sobre lo que sucede en el planeta. Gracias a páginas como Facebook, Twitter, Linkedin y MySpace, esta conexión entre varios individuos ha logrado maximizar la comunicación global. Es aquí donde la frontera entre propaganda e información se diluye y acaban convirtiéndose en una herramienta más.
“Las redes sociales hacen propaganda de forma no deseada e involuntaria”
¿Cómo podemos entonces discernir entre información y propaganda? ¿Cuál es la clave? Según Juan Martín Quevedo, es necesario formar una ciudadanía crítica en humanidades, que se pregunté el porqué de las cosas y en España hay una gran laguna en este campo.
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